El pez con dientes humanos
¿Qué? Un pez con dientes humanos? Cómo es eso? Esas fueron mis preguntas después de reírme tanto cuando ví uno por primera vez.
Durante mi ruta de viaje, uno de los países que no había considerado visitar era Ecuador. Al principio no era muy atractivo para mí, casi no había escuchado hablar de el, sin embargo muchos viajeros empezaron a recomendarlo, sobre todo un lugar en específico, Montañita, por supuesto mi curiosidad me llevó a investigar más motivándome a colocarlo en mi lista de aventuras.
Dayuma, la chica ecuatoriana originaria de la sierra me había hecho la advertencia de lo peligroso que podía ser Quito (como casi todas las capitales de los países latinos), y en efecto, pasé solo una noche en el centro histórico, y a pesar de ser lindo, el ambiente era tenso. Recuerdo que le pregunté sobre Montañita, con admiración y preocupación en su rostro me dijo que no era un lugar que me recomendaba para ir sola, ya que años atrás estuvo en el ojo del mundo por la historia trágica del asesinato de dos chicas argentinas, dañando por un buen tiempo la reputación del lugar.
"La ruta del sol", es una serie de playas en el pacífico ecuatoriano, muy famosas por ser las favoritas por los surfistas, y justo era Montañita el lugar favorito, sin entender aún el porqué, finalmente entendí que era un pueblo de mucha fiesta, alcohol, drogas y sexo, la combinación perfecta para muchos turistas nacionales y extranjeros.
Después de 2 meses fríos en Perú, mi amigo de viaje y yo queríamos llegar a Ecuador y quedarnos por la costa un rato, por supuesto teníamos duda sobre la popular Motañita, así que fue el primer lugar de nuestra lista, sin embargo no contábamos con los microclimas del país, era imposible conocer el estado del tiempo ya que cada vez que lo consultábamos en la web, nunca era certero. Los meses de noviembre hasta enero eran fríos, con pequeñas lluvias y poco sol, ¿Cómo disfrutar de la playa así? Habían días en que salíamos a tomar té usando suéter, no era la idea que teníamos en mente, sin embargo habíamos encontrado una linda cabaña en las afueras, justo en la punta, un lugar de restaurantes lindos, playa tranquila y de gente amable, esto nos convenció a quedarnos por varios meses.
Con el cambio de clima, poco a poco empezamos a explorar más, éramos fans de charlas largas, caminando descalzos por la playa hasta llegar a las pequeñas tiendas de locales donde nos sentábamos a tomar cervecita y compartir un poco con las personas del lugar, nos gustaba mucho formar parte del pueblo, al poco tiempo ya no éramos unos extranjeros más, nos convertimos en los "vecinos" como suelen llamarse las personas que forman parte de la comunidad.
Durante esos recorridos era común encontrar peces muertos, a veces miles de burbujas en toda la orilla de la playa que parecían pequeños huevecillos que al pizarlos se reventaban, siempre tuve duda de lo que eran, en algún momento pregunté pero no sé por qué razón nunca supieron responder, error mío no insistír.
En algunas ocasiones encontrábamos peces globos totalmente inflados, jamás había visto uno con mis propios ojos, era muy raro para mí encontrar esta clase de peces, pero bueno al final era el Ecuador no? No pretendía que todo fuera igual a las costas pacíficas de Guatemala.
Era un día tranquilo, cuando decidimos ir a Manglar Alto, 45 minutos de una linda caminata por la playa, era uno de nuestros lugares favoritos para beber cerveza, casi al llegar estaba la desembocadura de una río que, dependiendo las fases de la luna podíamos o no atravesarlo. En nuestro retorno, a mitad de camino llamó mi atención ver un pez de aproximadamente 3 libras, o tal vez lo veía así porque ya tenía un par de horas muerto, para nuestra sorpresa, al acercarnos para curiosear, el pez sonreía y tenía dientes humanos, he de confesar que al principio me asusté pero luego no pude evitar soltar la carcajada, pensé que era una broma, pero no, pocos metros después había otro exactamente igual, no lo podía creer, para mí "mala suerte" no tenía teléfono para documentar eso.
Llegamos a casa y me fui directito a la computadora para investigar, resulta que su nombre es Sargo Chopa y precisamente es un pez muy peculiar por su dentadura similar a los humanos lo cual se le desarrollan en sus primeros dos años de vida, se alimenta básicamente de animales de caparazón dura, crustáceos, almejas entre otros, y allí el porqué sus dientes.
(Ref: fotografía tomada de la web)Durante un tiempo, fue casi normal encontrarlos cada vez que salíamos a caminar, imposible no hacer bromas a mi amigo con respecto a la apariencia, no parábamos de reír cada vez que los veíamos, justo en esos meses yo me daba descanso del teléfono, quería vivir y disfrutar cada momento sin estar preocupada sobre las redes sociales, y es por ello que no tengo una fotografía propia, pero bueno, resulta que casi todo se consigue en internet.
Así que, cuando pienses que lo has visto todo, la naturaleza te puede sorprender, siempre hay algo más para ver, saborear, sentir, experimentar y para vivir, mientras tanto, disfruté de mis días en tan placentero lugar, riendo, viendo atardeceres, leyendo y comiendo muy rico.
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