Mi fugaz noviazgo con un europeo
No es un secreto que en los viajes siempre surgen amores, algunos pasajeros otros un poco más duraderos. He de decir que el romanticismo de película a veces nos hace soñar con nuestra pareja perfecta.
Años atrás jamás hubiera considerado compartir habitación con varios desconocidos, ahora, estar en dormitorio y hospedarme en hostales es de mis partes favoritas del viaje, es allí donde inicia la magia de conectar (y no hablo de romance) si no, de conocer personas, escuchar historias e incluso hacer amistades que puede acompañarte durante la travesía.
Era la única mujer latina entre mi grupo de voluntarios, y claro, como era de esperarse la única Guatemalteca en todo el hostal, así que era una "novedad" para algunos europeos quiénes asombrados me decían que, en todo el tiempo de viaje jamás conocieron a una chica de mi nacionalidad.
Entre "trabajo", fiesta, pequeños recorridos de ciudad y otras actividades sociales, conocí a un chico de cabellos rubios, ojos grandes y azules, de personalidad muy divertida, un médico muy joven originario de una remota aldea de Bélgica, el típico estereotipo de "hombre guapo" para muchas mujeres en América Latina.
Después de haber coincidido y tenido un par de charlas agradables durante el desayuno, él insistía en pasar tiempo juntos, recuerdo que en ese momento pensé, un viajero más que en 2 días se marcha.
Para mí sorpresa, los 2 días se convirtieron en casi 2 semanas, creamos un vínculo amistoso muy lindo, hablábamos "spanglish" yo lo ayudaba con su español y él con mi inglés. En mis tiempos libres él siempre estaba conmigo, hasta que en algún momento me pidió que fuera su novia.
Su petición me dejó sorprendida, sobre todo porque no es común que viajeros busquen una "relación" durante su viaje, por lo general suelen salir con personas por un día o dos y cada quién sigue su camino.
Después de más de 1 año de aquel acontecimiento que rompió mi corazón y me hizo estar donde estaba, me encontraba en una situación muy inusual, recuerdo que le dije que podíamos salir pero, ser novios me parecían innecesario ya que en poco tiempo él debía continuar con su viaje y yo con el mío.
Insistió en tener una relación hasta que incrédulamente accedí, al final yo también estaba de ruta. A partir de allí cambio el plan de mi viaje. Nos organizamos a tal punto que, mientras yo terminaba mi voluntariado él visitaba otros lugares a los que yo había ido semanas antes.
Nuestro reencuentro fue en el mágico caribe. Pasamos días increíbles viajando, largas e interesantes charlas, fiestas, comidas, caminatas, conociendo otras personas. Me sentí muy cómoda, querida, respetada, admirada y muy protegida, claro, tuvimos discusiones, el choque cultural puede ser caótico e inevitable y la barrera idiomática generaba en ocasiones una comunicación un tanto disfuncional.
Él tenía boletos que había comprado con anticipación para visitar México, me pidió que lo acompañara pero yo no podía ir debido a los requisitos migratorios (necesitaba visa) por lo decidimos separarnos. Tuvimos una despedida un poco intensa, decidí no complicarme y dejarlo ir.
Tenía 4 meses viajando, para mí era muchísimo tiempo, por lo que empecé a considerar y planificar mi regreso. Con boleto de avión en mano mi sorpresa fue enterarme que él renunciaba a su estancia en México para ir a verme a Guatemala, por primera vez creí que este tipo de "amores" si podía funcionar.
Inicios de noviembre yo estaba en casa, planificando una nueva aventura, ser la mejor guía turística para mi novio belga. Hicimos un recorrido muy lindo por mi país, visitando los lugares imperdibles y sintiéndome orgullosa de la riqueza cultural y demográfica en Guatemala.
Hay historias que quisiéramos fuera eternas, no fue mi caso, después de muchos planes para organizar nuestras vidas y hacer que ese noviazgo funcionara, había llegado el momento de decir adiós, en medio de llantos en pleno aeropuerto quise dar fin a esa relación y a cualquier tipo de esperanza, pero no fue posible a pesar que mi instinto me decía que era la última vez que lo iba a ver, ¡adivinen!, tenía razón.
La relación a distancia se tornó complicada, 8 horas de diferencia hacía la comunicación difícil, sumado a ello él tenía un viaje al continente Asiático. Una mañana un crudo mensaje terminó con aquella angustia intermitente.
No negaré que sufrí aquella ruptura, sobre todo porque tenía la esperanza que funcionara, aunque dentro de mí no lo creía posible. No diré que lo amaba porque apenas compartimos 4 meses juntos, sin embargo movió ciertos sentimientos que me devolvieron la ilusión de volver a querer bonito.
Él intentó en varias ocasiones contactarme, sin embargo demoré un año para responder. Ahora estamos en paz, él actualmente vive en Alemania, estudiando otra carrera universitaria, aprendiendo su 7to idioma. De vez en cuando nos saludamos y recordamos aquel momento fugaz en el que fuimos felices.
Jo que pena... Por mi experiencia ( que a día de hoy seguimos juntos) ella renunció a todo lo que tenia en su país ( familia, trabajo, amigos y otras cosas) para empezar una vida juntos en España. No ha sido, ni está siendo fácil. Nos casamos para facilitar trámites de visado pero cuesta mucho cuando se da el paso siguiente a ese amor de aventura de viaje.
ResponderBorrarSaludos.
Solo los que hemos experimentado con amores de viaje entenderemos lo difícil y retador que puede llegar a ser el mantener una relación con alguien de diferente nacionalidad, hay sacrificios que no todos o todas están dispuestos a realizar, no todo lo que brilla es oro. Deseo mucho amor para ambos, gracias por compartir ❤️
BorrarMe ha parecido algo similar :( duro 11 meses y luego dijimos adiós !
ResponderBorrarCreo que muchos de los que amamos viajar tenemos historias similares, yo en lo personal soy una romántica empedernida y confío que algún día llegará ese amor que tanto merecemos. Gracias por leerme, un abrazo 🤗
Borrar🔥🔥🔥🔥🔥👌🏻👌🏻👌🏻👌🏻👌🏻
ResponderBorrar🤗🤗🤗🤗
BorrarBueno mi historia ya la conoces gi... la distancia es difícil y más sie estás con alguien que no conoces al 100% al final me lleve una decepción total en mexico... pero no por eso dejaré de creer en el amor...
ResponderBorrarHay historias más tristes que otras, esta en realidad la tomo como una linda experiencia aunque no haya terminado como hubiese querido. Pero coincido con vos, no he dejado de creer en el amor verdadero. Besos F❤️
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