Renuncié a mi trabajo y me fuí a vivirlo

Mi vida "aburrida y monótona" se había convertido en algo interesante cuando decidí hacer Couchsurfing. 

Después de recibir varios viajeros e irme sola una semana de vacaciones a Cancún para ver cómo afrontaba los retos de viajar fuera de Guatemala, decidí hacer un plan de ahorros muy estricto para poder cumplir mi objetivo.

Estaba decidida a hacerlo, incluso cuando trabajaba en mi proyecto final de la universidad, mi asesor, en una entrevista me preguntó ¿Cómo te ves en 5 años?, y sin pensarlo respondí: Viajando. No olvidaré nunca su expresión de asombro, jamás imaginó una respuesta como esa. 

Por casi un año, dejé de salir a fiestas con amigos, comprar ropa, zapatos y todos esas cosas que a las mujeres nos encanta, reduje mis gastos muchísimo y todo, absolutamente todo era para mi plan.

Pasar de palabras a los hechos fue todo un reto, recuerdo que tenía miedo a no encontrar un trabajo después, a que algo malo me pasara, (alguien en alguna ocasión me dijo que me podían matar fuera del país a lo cual respondí que, con los índices de inseguridad en Guatemala no necesitaba salir para que eso sucediera). Creo que al final el mayor miedo que todos tenemos es al fracaso... Tenía mil dudas hasta que un día llegó a mi casa un auténtico "Wanderlust", un escritor ruso que llevaba 5 años viajando. Su historia era demasiado increíble (42 países, 5 continentes, 6 idiomas, vendió su empresa para dedicarse a viajar, además teníamos algo en común, empezó porque le rompieron el corazón).

Durante su estadía en mi casa, me enseñó el verdadero valor del presente, del tiempo, de lo efímera de la vida y de lo importante que es hacer lo que nos hace feliz. En un plan espontáneo salió la invitación a que lo acompañara de viaje, la idea me pareció loca pero justo lo que necesitaba. 

Muchas veces pasamos tiempo esperando el momento "perfecto" para hacer lo que nos apasiona, y ese momento en realidad no llega, es tarea de nosotros hacerlo suceder.

"Quiero cometer el error más grande del mundo" esa canción de Arjona sonaba por mi cabeza constantemente. En septiembre 2018, con carta en mano renuncié a mi trabajo y ese mismo día compré mis boletos de avión. 

Originalmente el plan era darme un "año sabático", primero aprender de un experto en viajes todos los tips de ahorro y luego hacerlo por mi cuenta. Y así empezó todo: Sustituí mis gastos diarios y los convertí en mi presupuesto de viaje (gasolina + gastos de vehículo = transporte,  renta y servicios básicos = hospedaje, supermercado y restaurantes = comida diaria, una vida sin lujos). 

Ahora con firmeza y en base a mis casi 5 años de experiencia he de decir que tener una pequeña fuente de ingresos es vital para no afectar tanto los ahorros (asesorías online, clases de idioma, venta de artesanías, etc.) además hacer voluntariados ha sido clave, mientras menos gastas más posibilidades tendrás de extender tu tiempo de viaje. 

Y entonces para responder el ¿Cómo lo hice? Pues, además de trabajar duro y hacer un buen plan, lo logré con mucho valor, enfrentando los miedos "al toro por los cuernos", no renunciando a mis sueños, con mucho coraje y determinación. Viajar implica sacrificar cierta comodidad por vivir la aventura, es llenar la mente de experiencias y el corazón de verdadera felicidad.





Comentarios

  1. Te admiro Gisselle, Abrazo

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  2. Eres una genia rebe... me gusta leerte!

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    1. Me encanta compartir mis historias con ustedes, gracias miles por leerme. Beso 💋

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  3. Você de apaixonou pelo escrito isso sim.

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