Mi peor experiencia haciendo Couchsurfing
Quintana Roo México, muy feliz de poder visitar por primera vez este país, después de varios meses de ser "host" era mi momento de "cambiar papeles", y gozar los beneficios. Siempre me consideré muy buena anfitriona.
Era mi primera vez viajando sola, contaba con poco tiempo, en aquel momento aún era "presa" de un horario laboral, así que, organicé mi ruta para poder aprovechar mi tiempo al máximo. Publiqué mi viaje en la app de Couchsurfing e inmediatamente empecé a recibir recomendaciones e invitaciones de hospedaje, ¡estaba muy feliz!.
Recibí muchos mensajes, unos más informativos que otros (todos eran hombres), me tomé el tiempo para responder cada uno, leer sus perfiles y recomendaciones y analizar que era lo más conveniente para mí. Tuve muchísima suerte en encontrar mi perfecto couch en Cancún y otro chico muy amable en Playa del Carmen, no tuve la misma suerte con Bacalar, un destino que me llamó mucho mi atención.
Un chico me había hablado muy bien de este pueblo e hizo un plan perfecto para aprovechar el lugar además de ofrecerme su casa para hospedarme, tenía buenas referencias y la comunicación había sido fluida y muy informativa así que no tuve dudas en aceptar su invitación, el plan era visitar este destino por 3 días.
Viajé por 3 horas aprox desde Playa del Carmen, hasta ese momento mi anfitrión había sido amable aunque un par de comentarios un poco fuera de lugar me hicieron dudar por un momento, pero dejando las cosas claras decidí ignorar las señales. Me dió todas las indicaciones para poder llegar sin perderme, todo marchaba de acuerdo al plan.
Cuando finalmente llegué, mi sorpresa fue encontrar a mi couch con resaca y de un humor algo extraño, desde el primer momento fue muy puntual en decirme que los planes que teníamos no iban a ser posibles y que fuera sola a conocer. A pesar que no era lo que esperaba, no tuve ningún problema ya estaba allí, así que dejé mi mochila esperando que al regresar me indicara el lugar donde sería mi área de descanso. Horas después recibo un mensaje donde él decía que tenía que irse a su trabajo (era dueño de un bar) y que pasara por las llaves para que yo fuera a casa, tomara ducha y organizarme.
Todo estaba normal, aunque su humor era muy diferente al que proyectaba en los mensajes días atrás. Fui por las llaves y regrese a su casa para refrescarme y volvernos a encontrar en el bar. Tomé mi mochila y decidí explorar un poco la casa para ubicar el baño y buscar el sillón dónde se suponía iba a pasar la noche.
No suelo juzgar casas ajenas ni la forma en que las personas viven, pero, por lo general cuando recibes visitas te esfuerzas por tener tu espacio lo más organizado y limpio, es lo mínimo no? O estoy exagerando?. Mientras ubicaba las áreas comunes, cada parte de la casa estaba llena de polvo, como si nunca hayan pasado una escoba, el desorden era increíble, lo peor fue encontrar el baño en un estado nefasto (cortina, piso y paredes sucias, papeles regados, condones usados) asqueroso, creo que era imposible salir limpio de allí sin embargo necesitaba si o si una ducha así que hice "de tripas corazón" y me di un baño fugaz.
Empecé a sentirme incómoda, pero ya era tarde para buscar otro lugar, además quise justificar su falta de limpieza con un "no es un hotel, no puedo pedir lujos" y me di la oportunidad de no juzgar y conocer más a mi anfitrión, dejaría por un lado mi traumante experiencia con el baño. Fui al bar totalmente abierta a conocer más viajeros y personas locales, mientras tanto comía y disfrutaba de la música en vivo.
Mi anfitrión apenas cruzó un par de palabras conmigo, a pesar que me vio sola en la barra, el bar era punto de reunión hippie y cada quién estaba en su mundo, yo con mi blusita rosa, lindas sandalias y short corto desentonaba el ambiente del lugar. No le di mucha importancia. Luego de analizar un poco lo que pasaba entendí la razón de la indiferencia de mi Couch, yo no estaba reaccionando positivamente a sus indirectas con doble sentido.
Eran más de la 1am y cansada le dije que quería regresar, lo cual respondió con un tajante "yo me quedaré vete tú" y me dejó allí en medio de la noche oscura, inicié a caminar sola un poco asustada, a pocos minutos un ataque de perros callejeros que casi me muerden ahuyentaron el sueño que sentía, agilicé el paso y mientras lo hacía recordé que no había encontrado mi espacio privado para dormir y había olvidado por completo preguntar.
Al llegar y terminar de revisar todos los espacios de la casa descubrí que tenía únicamente dos opciones: una cama grande de colchón y sábanas sucias y de condones tirados lo cuál dejaba en total evidencia la "buena noche" que había pasado con una chica viajera que se había hospedado con él la noche anterior, o aquella pequeña hamaca llena de agujeros, el piso por razones que comenté anteriormente estaba totalmente descartado, entré en pánico y el calor era insoportable.
Escogí la hamaca y dejé la luz encendida ya que me sentía totalmente insegura, intenté por al menos dos horas dormir, fue imposible, así que saque una pequeña cobija que tenía conmigo y después de llenar la cama de splash, me acomodé en una esquina, sentí que el cuerpo me picaba. Eran las 4am cuando llegó mi anfitrión, por suerte se acostó sin decir nada ni hacer ningún tipo de propuesta, creo que captó el mensaje muy bien con mi cara de enojo.
Fue una de las noches más largas de mi vida, solo esperé que saliera el sol para salir huyendo del lugar, y en efecto a las 6am ya estaba tomando mi mochila, él justo despertó y para no ser descortés le dije que tenía una emergencia y que debía irme.
Salí y sentí un respiro, creo que me asusté tanto que ya no quería estar ni en el mismo pueblo, así que tomé el primer bus y regresé con mis couchsurfers favoritos en Cancún quienes muy felices de volverme a ver me recibieron con un abrazo confortable y sonrisa amistosa.
Creo que el chico estaba tan acostumbrado a acostarse con todas las chicas que recibía que pensó que conmigo no sería la excepción, obviamente se equivocó, además, su "nidito de amor" era un tremendo cochinero. Debí haberle dejado una mala referencia sin embargo decidí no escribir nada, obviamente él tampoco lo hizo.
Yo era nueva en el mundo de los viajes y creí que callar era la mejor opción, grave error, este tipo de cosas se deben mencionar y anticipar la mala experiencia a más personas, claro siempre habrá alguien que la higiene o las propuestas indecorosas no son un problemas, en mi caso es algo totalmente inaceptable.
Hasta la fecha sigo utilizando la app de Couchsurfing y a pesar de mi mala experiencia la recomiendo muchísimo, solo tienes que tomarte el tiempo suficiente para leer los perfiles y las referencias, si hay una mala, analizar amabas (leer el perfil de la persona que lo escribió) y cuestionar lo que pasó y si tu instinto te habla, escúchalo y hazle caso, te evitarás pasar un mal rato y recuerda, denunciando ayudas a que está magnífica comunidad de mochileros sea un lugar seguro.
A mí y a mí novia nos pasó algo parecido y tampoco pusimos mala referencia. Está claro que no se piden lujos pero si recibes a huéspedes al menos se ordenado y explica todo con anticipo. Un saludo
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ResponderBorrarSobre aviso no hay engaño, lo mejor siempre es ser transparente con las condiciones de lugar. Damos lo que somos y en mi caso sin duda alguna puedo decir que los viajeros que recibí en casa no les faltó nada sin embargo siempre habrán personas mal agradecidas, pase algunas malas experiencias donde mi casa solo sirvió de hostal, comieron durmieron e incluso transporte gratuito y no tuvieron la delicadeza de al menos dejar una referencia 🫤 pero bueno en este mundo hay de todo. Gracias por compartir! Un abrazo 🤗
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